Sentir la nieve caer sobre la cara, caricias de plumas frías...
Mirar los copos derritiéndose al chocar con el mar.
Ver la nieve caer a través de los cristales desempañados, limpiar el vaho se vuelven a empañar...
Querer que cuaje, para salir con los sacos de plástico y descender por los campos como si de resbalillos se tratasen.
No sé bien cuándo fue la última vez que nevó, aquí al lado del mar...
Es mágico que nieve, imaginarnos en otro país.
Al calor del fuego, viéndo la nieve caer, esperando que cuaje.
8 comentarios:
Vaya, nieve en Galicia...
Y yo acá...
Y ud. allá contando monedas enfrente de los pobres? :(
Bueno... voy a quedarme al menos con tus impresiones, y disfrutar con ellas, vale? :)
Preciosa sensacion
Un saludo
El meollo universal de la existencia esta en conseguir que las cosas cuajen.
MIrada... estoy retomando las visitas y entrando de puntillas otra vez... Encontrar tu post de hoy me ha devuelto a unos dias felices que viví hace tan poco y sin embargo parecen tan lejanos ya... Gracias por regalarme un poquito de magia.
Un besito grande y gracias por la visita!
Hablas de nieve y frio, pero tu post desprende mucho calor, me gustó.Un beso.
Hola Mirada :-)
Nunca he visto nevar :( Pero así como la has descrito casi la he sentido :)
Gracias por regalarme esa bonita sensación.
Un beso y saludos!
Corazón...
Ulises, no me gusta ponerte los dientes largos... es mi día a día, me alegra compartirlas. Se debe de estar muy bien, al calor del sol de San Isidro... Un beso
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Gracias Sigue la buskeda, me alegra verte por aquí. Un beso
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Magda, preciosa, mil besos
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Rufus, ¡cuánta verdad! sigo esperando que cuaje... Un beso
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Ju, Corazón, me alegra que lo hayas sentido así...Mil besos
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Juanra, ¡y qué ricos los pasteles! ;-) Un beso
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Rosa querida, tu post sobre la Nevada me encantó, cuidate muchiño esa gripe... parece que marzo va a entrar frío, Mil besos
La magia de la nieve radica en que no se deja ver a menudo. Si lo piensas, todo tiene su punto mágico, un monzón de tres meses, una estación seca sin una gota de lluvia, un clima húmedo que hace eternas las noches de verano y un paisaje nevado que invita a salir de casa para comprobar que lo que ves por la ventana es real.
Un beso, y que tu mirada de agua no se cuaje.
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