"....Y Elsa persiste en esa trampa de imágenes inhóspitas porque no conoce otro modo de aproximarse a Él. De repente lo echa de menos y lo peor es que ni siquiera comprende por qué. ¿A qué viene ese imprevisto dolor de ausencia? Se desmorona el mundo que Elsa se ha construido y se revela inhóspito en su complejo entramado. Sus libros, sus amigas, sus traducciones, sus artículos, su agente literario, su editor, el jefe de sección de su periódico, su tupida y densa red de relaciones, no sirven para cubrir el hueco que Él ha descubierto, ese hueco que Elsa tan precariamente había tapiado. Elsa no acepta a definir la razón a tal angustia, qué es lo que Él representa que ella tanto echa de menos, y, en una inútil búsqueda de explicaciones, se compra el libro que Él ha escrito. Cuando lo lee cree escuchar su voz en cada párrafo, y lo encuentra en cada frase impresa. Comprende entonces lo que ha visto en Él, la razón del poder de la imago. Elsa se ha reconocido y no ha podido evitar concebirlo a Él como a su Otro, indescifrable y complementario a un tiempo. Elsa ansía completarse, conciliar todas sus Elsas, dejar de preguntarse a cada paso quién es Elsa en realidad, cuál de todas las Elsas que coexisten en la maraña de Elsas que la habitan es la más Elsa de todas. Y lo siente a Él , en sus palabras, como a una Elsa, esencial Elsa, que faltaba, que se había perdido en un tiempo indefinido, hacía muchos, muchos, muchos años, en algún paraíso perdido e infantil que Elsa no puede ya recuperar. Desde que Elsa perdió a Elsa se ha pasado media vida arrastrando una nostalgia de la preseparación a la que se añadía la inutilidad del esfuerzo, el impulso nunca satisfecho que trata de llenar el vacío, el eternamente aplazado reencuentro. Elsa, como todos, ansía la perfección de un estado primordial, un estado de fuerza y autonomía, y lo ha buscado, desde que recuerda, de muy diversas maneras...."
".... Toda la soledad que Elsa ha acariciado (una soledad interior, puesto que en lo exterior Elsa continúa siendo la mujer aparentemente sociable y extovertida que el mundo conoce), ese estado autárquico tan dificilmente construido, se le antoja de pronto absurdo y ésteril, Y es eso lo que la imago ha venido a revelarle...."
"... Y con este ánimo Elsa volverá hacer el amor con Él porque tiene que hacerlo (o porque se emborracha, simplemente), porque está forzada a algo a lo que no cabe sentido buscar explicaciones, como no se buscan explicaciones a la caída de las hojas o al repentino aguacero de verano que estropea sin avisar una tarde en la terraza. A la mañana siguiente, cuando Elsa lo despide en la boca del metro, el periódico anuncia todo tipo de dramas: bombardeos en Serbia, disturbios en Tel Aviv, atentados en Belfast, pasión en Elsa no correspondida. La vida sigue adelante ajena a todas estas catástrofes, el día se presenta radiante de luz, y Elsa se alegra de estar viva, y cruza los dedos para que todo salga bien, para que Él no interprete su deseo como una amenaza, para que los acontecimientos fluyan por su cauce y para que, con suerte, en un futuro, quién sabe si lejano, Él acabe por tansformarse, crisálida de encuentros, de imago a amigo."
Extractos de la novela de Lucía Etxebarría "Nosotras que no somos como las demás" del capítulo titulado IMAGO
5 comentarios:
Qué buen ojo para seleccionar!!!!!!!
Felicidades por este blog!
Que pases unos buenos carnavales!
Odyseo
¡Me encanta Lucía! ainsssss, tengo una historia más romántica con la Etxebarría de por medio ainsssss
Besitos mil
Carol B http://blogs.ya.com/diariodecarolb/
Fantástico, me ha encantado. :-)
Muchas gracias y buen fin de semana. ;-)
Muy bueno el texto que has elegido. Gracias.
LLuvia Said
Muy lindo Mirada...
Demasiada añoranza.
Feliz fin de semana y besos
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