Burgos - Hontanas
4 de octubre de 2004
Para morirse, treinta kilómetros para morirse, he caminado muy lento, muy lento. Transcurre un camino fácil de andar, muy llano, pero tremendamente aburrido y hace muchísima calor. Todo es tierra seca y árida, no se ve nada más en el horizonte, es como si caminase por el desierto, no se ven nada más que cruces de caminos y extensiones grandísimas de tierra estéril, ni en el horizonte se divisa monte, algún solitario árbol, allá muy allá, a lo lejos.
Eran cerca de las cuatro de la tarde, tendría que estar llegando a Hontanas pero no lo veía por ninguna parte, sólo veía tierra y más tierra seca. Se me había acabado el agua, tenía la boca pastosa, polvo del camino hasta las orejas, mucho sol en mi cabeza y en mis brazos. Un camino de una recta impresionante todavía por caminar, nadie por delante y nadie por detrás de mi, era la última. No veía ningún campesino, en las fechas en las que me encontraba ya habían segado, no había nadie, ni un pájaro, ni una nube.
De repente pasa un ciclista, un ciclista inglés, iba tan mal como yo. Llevaba botellín en la bicicleta y le pedí un poco de agua, me ofreció, pero ni una gota salió del botellín. No sabíamos ninguno de los dos a que altura nos encontrábamos de la etapa, no sabíamos cuántos kilómetros faltaban para llegar a Hontanas, ninguna señal había tampoco. Se marchó en su bicicleta y yo seguí caminando. Arrastraba mis pies, me dolían de nuevo, pero lo peor era la angustia que comencé a sentir, no me cuadraban las cuentas, llevaba andando siete horas, no me salía la media, ¿a cuántos kilómetros hora caminaba?, ¿cuánto me faltaba por llegar?, ¿resistiría? Empecé a pensar que tenía que llamar al 112, a emergencias, ahora que todavía podía hablar, antes de que perdiese la consciencia ¿y si me había confundido de camino en cualquier cruce?
Me encontraba muy mal, ciertamente, entonces veo una señal que dice "Hontanas 0,5 ".
Empiezo a cabrearme pensando "¡mira que tienen mala idea! ¿0,5 qué?, ¿y cómo ponen una señal aquí si el pueblo no se ve por ninguna parte? Me armo de paciencia una vez más y sigo caminando, de repente, me encuentro que veo un pueblo metido en un valle en medio de esa árida meseta: Hontantas, había llegado a Hontanas.
Durante el día de hoy pensé en abandonar ¿por qué seguir caminando así?
Por la tarde recibí muchas llamadas de teléfono, mi padre, mi hermano José, mi amiga Mónica, compañeras que conocí en el camino que iban dos etapas por delante de mí, todos y todas me animaron a seguir. Me han ayudado a pensar y a tranquilizarme un poco, es cierto, es importante no perder el objetivo que me traía a este viaje, un tiempo libre exclusivamente para mí. Me cuidaré, disfrutaré y seguiré para adelante, no tengo ninguna prisa en llegar a Santiago.
24 comentarios:
Esas llegadas a algunos pueblos son como la primera visión de Celama en Pedro Páramo. Desde lo alto, como un pájaro que sobrevuela el campo árido antes de posarse.
Ufff, me he sentido en esta etapa como si estviera caminando por el Sahara. Menuda ansiedad debiste sentir al no encontrar el pueblo en cuestión, pero... Acaso el Camino no enseña que hay que tener paciencia? Seguro que se sacan lecciones todos los días, aparte de anécdotas, que eso, lo doy ya por seguro.
Me encanta recorrer el camino de esta manera a través de tus letras... Pero 7 horas y con sol?? Cómo pudiste aguantar?
Un beso
Eso mismo lo dije yo alguna vez cuando la vida era tan dura como el camino y enseña...
Qué nunca se seque el manantial de tus aguas termales.
aBrazos
A mí esos caminos duros me gusta leerlos, muy bien. ¿Cómo vas de la rodilla?. Te mandé un emilio. Un saludo.
Argggggg..... he tenido que ir a beber agua mientras leía tu texto!!!!!! Qué angustiaaaaaa
Oye y a que santiago vas?, porque yo espero en el de acá (chile) y si vienes para acá aprontate, nada de andarse dando vueltas por ahi, sola y cagada de calor. Vamos acpa te espera en oceano pacifico callendo sobre mi paraguas, y cae, gota a gota!...
ufff yo me he agobiado solo con leerlo... :-)
¡valiente!
Tenía ganas de ver como sentiste esta etapa y como la narrabas, bueno y otras que quedan. Bien, a veces estas a punto de tirar la toalla pero veo que sacastes fuerzas para seguir tu camino, eres muy fuerte.
Voy leyendo que en el Camino de la Plata hay muchísimas etapas así y peores... creo que podré con ellas recordando tu camino. Un beso.
Si Miradiña, nos has hecho sentir desesperación...me alegro que hayas retomado el camino.
Besitos
Mi valiente amiguita... hoy al leerte te he admirado aún mas.
Siempre pendiente de este viaje que te a enseñado tanto y me enseña tanto a mi a través de ti.
Te quiero mcuho. Un besito!
Yo también he sentido angustia al leer tu relato del Camino, yo sentí esa agonía en mi primera etapa, al atravesar los pirineos. Pensaba que nunca dejaría de subir, hasta que de repente, en una vuelta del camino vislumbre Roncesvalles y, finalmente, el camino de bajada y fue una de las sensaciones más bonitas de mi vida
un besito
Qué duro es el camino a veces!!! Buena metáfora para la vida entera!
Madre mía... Que angustia. Menos mal que te encontraste con el ciclista inglés ese.
¡Que valiente eres, Mirada!
Un beso
Mai
O sea que eres menor de edad!!! XDDD
Oh!
Yo tmb hice el camino de santiago, de hecho comencé en Burgos. Trankila porke el viaje por Castilla es forzosamente monótono, pero merecerá la pena llegar a Galicia.
Buen viaje!!!
Nonononoooooo esa no
Si no hubiera sido tan largo y aburrido, si no hubieras sentido el calor y el sol en tu cabeza, de no haber sido sólo desierto y caminos de polvo, si el inglés hubiera tenido agua, si el cartel no fuera tan impreciso, de haber sido más seguro llegar... no te habrías alegrado tanto de entrar a ese pueblo.
Creo que llegué ahí junto contigo, me encantan estos relatos.
Saludos.
solo para dejarte un beso muy grande y decirte gracias por tu comentario.. me he emocionado... sabes que es mutuo, verdad? TQMMM!
Es duro caminar a veces.
Un beso y buen fin de semana
Siguiendo me tienes el camino de tus ojos
Besos caminantes
"............I was there", yo estaba allí,como lo cuentas, mirada, quizás no aquel día, pudiera haber sido un día o dos antes que tú, Sonia y las italianas llegaron el mismo día que yo. Despues del maldito y embustero letrero de los ....."0.5 Km. a Hontanas", lo primero que vés es una cruz de hierro clavada en el camino, parece un espejismo y cuando te acercas es la espadaña del punto más alto de esa inmensa iglesia de un pueblo tan moribundo que ya está casi enterrado en la tierra gris de la estepa de Castilla.
Gracias, gracias, gracias :)
También ha sido muy especial dar con el último comentario que te han dejado. Precioso. Mágico camino el tuyo.
Candela.
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