01 julio 2005

El Regalo Perfecto

"The Perfect Gift" CHARLES ARMSTRONG


En su habitación, allí se encontraban, me cuenta que recuerda, en una cama enorme de matrimonio, su mujer no estaba, se habían separado.
"Ya tienes edad, mi guapa" - le decía.
No, no es verdad, no le decía mi guapa, él nunca la trataba con palabras dulces. La miraba a veces con dulzura, pero las más con deseo. El deseo de conseguir algo muy preciado. De saberse poderoso y señor, dueño de la belleza pura.
Decía para ella palabras de amor, le dedicaba canciones de su juventud, sesenteras, ella volaba hasta aquel lugar con su imaginación, le gustaba bailar y soñar con la época hippie, verse cubierta de flores y amada por todos.
Hombre experimentado, pensaba en entregarle su cuerpo, en unirse a él por amor. Sentía admiración y morbo de que alguien más mayor la cortejase.
Se sentó tímidamente en la cama, sin preparar nada. No había cava, ni dulces, ni música, ni ropas sexys.
Allí estaba ella esperando lo que iba a suceder. Nerviosa, excitada, temerosa, sentía como las manos de la persona que creía amar le retiraban la ropa. Nada hábil, nervioso, sólo atendía a no asustarla. Pretendía no asustarla estableciendo palabras que no le decían nada. No oía, sólo quería sentir, saber que sentiría cuando aquel pene entrase dentro. Le gustaban las caricias en su piel desnuda, nunca nadie antes había tocado aquellos pedazos de piel. Me cuenta que recuerda unos besos aguados, unos labios duros y estirados besando sus pezones. Ella sólo miraba sus ojos, pero no encontraba el agarre que quería, no encontraba la luz, la armonía, faltaba en los ojos de él la música que buscaba desde el alma.
Besos, caricias en sus pechos, sus cuerpos buscando acoplarse, se agarraron a las caderas, no había gusto, entró en ella despacio, en ese momento sintió el dolor como una aguja clavándose en su piel, una aguja perforándola, una calor inmensa que la radiaba al mismo tiempo por dentro, el gusto no estaba, en cambio si unas contenidas ganas enormes de llorar. Se acurrucó en posición fetal desnuda cubierta por aquella sábana tan grande, él sólo era capaz de acariciar su pelo.
"Cuando pase un momento verás cómo de aquella te gusta más"- le dijo.
"¿Me quieres?" - preguntó ella.
"¿Cómo no te voy a querer? me has dado el regalo perfecto".
El hombre que ella quería cumplía treinta y nueve años.



17 comentarios:

Luis Martínez Álvarez dijo...

Excelente relato. Se siente esa especie de tristeza ante lo nada preparado de la escena, ante el casi abuso de la chica.
No entiendo cómo puede un hombre referirse a dicho acto como un regalo, tremendo, gente así hay en todos lados... Excelente final.

Anónimo dijo...

...Describiste bien la sensación de vacío y dejaste en el aire flotando el por qué: él, un catador de inocencias; y ella... Siempre me pregunto lo mismo, ¿por qué? ¿por qué ella se deja, se entrega, por qué lo hace entonces...?
SALUDANDO: LeeTamargo.-

Anónimo dijo...

La primera entrega suele ser decepcionante, pero en este caso no es más que una prolongación de una relación desigual, no tanto en cuanto a la edad sino más bien en cuanto a las expectativas de una de las partes.

Una vieja historia, me temo.

Saludos

scape95 dijo...

Ainsssss, qué calor hace en este pueblooooooo

Anónimo dijo...

Qué los regalos diarios quieran rozar tus manos.
ABrazos

luaDark dijo...

Una descripción perfecta, se diría que conoces bien las sensaciones; me equivoco??? :$

Dark kisses

Briseida dijo...

Quizá a veces la necesidad de "sensaciones nuevas" o la expectación ante lo que se espera, deviene en alguna forma de frustración...
Es un magnífico relato, Mirada.
Un abrazo grande

Ivan Humanes dijo...

Mmmm,me gusta esa duda que queda encima de la cama, dolorosa... Abrazos.

Anónimo dijo...

El regalo?...Dicen que cuando se dá un regalo no se debe esperar nada a cambio... y en cierta manera es verdad.

Pero esa entrega (que para mi no fué un regalo)...esa entrega merecía algo de vuelta, un poco de ternura, comprensión, caricias...digo, no solo una firma de recibido, no?... que tristeza haberse entregado a un tempano.

Anónimo dijo...

El relato me conmueve pero la historia ... tantas veces repetida, me apena.
Cómo esperar algo de quien nunca la trataba con palabras dulces? .. Cómo saber alejarse a tiempo de las personas equivocadas?
En fin... vaya que me dejas pensando Guada... Y siempre con ganas de leerte un poquito mas. Mil besos

Anónimo dijo...

Estupendo relato Mirada; pero me ha dejado un regusto amargo.
Quizá siempre esperemos más de aquello que hemos soñado y la realidad pinta de desencanto.
El se habrá llevado el mejor regalo ; pero a ella el desengaño jamás se le borrará de la mente ni de la piel.

Un abrazo

Unknown dijo...

Ah, el regalo de la juventud... Creo recordar... Mmmm. Excelente el texto, como la pintura. Un beso.

chin dijo...

Triste, me sonó triste. Muy triste.
Saludetes

Anónimo dijo...

Pronto te robaré esta imagen para mi blog!!. Excelente relato.

pablo
www.desprendimientoderutina.com

MarthePG dijo...

Buenos días, guapa,

Me ha llegado muy adentro este relato, se nota la tristeza, casi desde las primeras líneas, el querer y no sentir, o el sentir y no ser correspondido, de la misma manera en que se espera. Genial, Mirada.

Sra. Chayo dijo...

Mirada, nose porque cuando yo entraba a los blog no los veia actualizados. Pero bueno ahora vengo y leo esto que esta terrible, pues es una parte de mi vida, de los regalos de cumpleaños de otros, de los envoltorios sin objeto y del desastre que queda despues de tamaña celebración. Me has recordado cosas que no queria recordar...

Hans dijo...

Wow, nice Girl, nice art. Thank you. I have to learn Spanish to read the comments !
Best regards, Hans

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