"En lo profundo del invierno, finalmente aprendí que dentro de mí existe un verano invencible"
Albert Camus.
Cuando se desciende a las profundidades sin protección ni prevención, la soledad apabullante restalla desde la oscuridad de cada una de las esquinas, que no pinchan pero lastiman en su peligroso vacío. Y esta vez, por querer ser eso justamente, la última vez, te dejas estar allí, abandonada pero consciente de que cuando el tiempo deje su señal encontrarás lo perdido. Esa rosa que nació a base de sumar tantos condicionantes y de restar otros muchos descartados porque no te admites, porque te niegas al simple hecho de la aceptación.
La motivación del encuentro con la rosa ocultada, se transforma en una revelación de la sensibilidad que anida a través de tu propio reflejo sin perder la ternura jamás.
11 comentarios:
Por suerte el vacío no se organiza como algo congelado y eterno, es la esperanza de que todo se mueva y algo "pase".
Saludos
Nunca estaremos sin ternura si aceptamos esa rosa hecha con esfuerzo y resignación que queda oculta en las profundades de todas nuestras soledades y vacíos.
Haces pensar. Mirada.
Gracias.
Un beso
La rosa oculta, lo que late sin nombre, no lo necesita, que nos vive...
tal como usted
soledad
Las rosas ocultadas no se marchitan jamás...
Lupiña, mi niña. Bicos
...todo lo que desciende vuelve a ascender, y el momento de la ascensión llega cuando tratamos de tocar la rosa que nos hacía flíz tan sólo en su contemplación, y rompemos la contemplación con un grito de dolor al pincharnos con su realidad...dualidad entre belleza y dolor, es lo que nos saca del abismo a la realidad...entrar solos...la mejor prueba de valor y humildad...un beso guadiña...
Como dice Ybris, haces pensar; y me gusta, aunque, con las palabras, se agiten a veces aguas que creía en calma. Es necesario aprender a descender. Es necesario aprender a amar. Gracias.
Mirada, un abrazo cálido (cálido..? fresco, mejor.. ;-))
Por muy profundos que se encuentren las realidades, realidades son. Aunque escuezan o emocione, esas rosas siempre florecen.Mantenerlas con viveza es fruto de nuestros riegos.
Un biquiño e grazas polo oasis que me ofreces das miñas realidades.
Me gusta que me hagas pensar...hermosas rosas
La no aceptación de uno mismo es, en realidad, el único infierno que conozco. Sólo me resarce la conciencia de que desde el infierno también se puede crear un instante de belleza....
Carlos
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