23 noviembre 2008

Para nuestro deleite

Como leve sonido:
hoja que roza un vidrio,
agua que acaricia unas guijas,
lluvia que besa una frente juvenil;

Como rápida caricia:
pie desnudo sobre el camino,
dedos que ensayan el primer amor,
sábanas tibias sobre el cuerpo solitario;

Como fugaz deseo:
seda brillante en la luz,
esbelto adolescente entrevisto,
lágrimas por ser más que un hombre;

Como esta vida que no es mía
y sin embargo es la mía,
como este afán sin nombre
que no me pertenece y sin embargo soy yo;

Como todo aquello que de cerca o de lejos
me roza, me besa, me hiere,
tu presencia está conmigo fuera y dentro,
es mi vida misma y no es mi vida,
así como una hoja y otra hoja
son la apariencia del viento que las lleva.


LUIS CERNUDA . Los placeres prohibidos (1931)


6 comentarios:

mirada dijo...

Quiero daros a todos y a todas mis palabras de agradecimiento, sois unas personas muy generosas. Muchos besos y abrazos con todo mi cariño. Gracias por compartir así.

Pedro M. Martínez dijo...

Es un poema muy bello.
Tú eres una persona bellísima (por dentro y por fuera).
Tu página rebosa sensibilidad, buen gusto, saber hacer, es sencilla e inmensa.
Me produces una dulce y hermosa sensación.
Te beso con todo mi cariño y ternura.

Sintagma in Blue dijo...

Cernuda y sus paraísos prohibidos.

Anónimo dijo...

Para mi deleíte, desde luego.
Siempre gracias a ti, por sostenerme y no dejarme marchar nunca de tí.
:)
Tus palabras son a veces el hilo conductor que preciso para hallarme. Y no es presunción es certeza.

desde el claustro de mi voz, mis besos más tiernos...y ya sabes lo caros que son!!!---;))


Olimpia.

gloria dijo...

Mirada es precioso y es perfecto, como cada una de tus miradas.

Me quedo con la rápida caricia... cómo la echo de menos.

Un abrazo enorme, enorme.

el tropiecista dijo...

...me encanta Cernuda; los placeres prohibidos es uno de mis libros favoritos.

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