27 octubre 2009

Mover a ternura

Requiebro en trocitos más pequeños mis planteamientos, lo preciso, preciso saber cómo mantener la pureza a salvo, la suma de experiencias que no llegan a un feliz final me están enfriando la mirada.
¿Por qué pataleo en silencio? ¿Por qué "cascarrabeo" con más facilidad que antes?. ¿Pasa esto a medida que nos hacemos mayores?
Vuelvo otra vez, debo hallar un lugar útil a mis pataleos, o simplemente no protestar, actuar mediante la claridad de la ternura y del ser. Sigo siendo.

Diario de una diosa creadora de vida.

5 comentarios:

la fuente de sed dijo...

¿Hay finales felices? Su ausencia no pude enfriar nuestra mirada, estaríamos apañados...
Un abrazo

ana p. dijo...

Siempre hay oscuridad detrás de la luz. Incluso la luna tiene una parte oscura y suele desaparecer para renacer cada 28 días luminosa e inspiradora. ¿Acaso somos nosotros más complicados que ella?

Belén dijo...

No es que te enfurruñes... es que a veces nos sobrepasa todo

Besicos

Caleidoscopía dijo...

Y todo llega a des-tiempo,
debe ser que aquí está el placer de lo vivido...
y de la 'experiencia'


salgamos a tomar un café mientras tanto.

ybris dijo...

Hacer requiebros de los planteamientos es hermoso.
Muy propio de diosas creadoras de vida sobre las muñidoras de desgracias.
Lo de patalear o quejarse no es cuestión de edad cuando se busca un lugar propicio para esos desahogos.

Besos.

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