20 enero 2016

Libre

 



 
Todos deseamos ser amados,
en su defecto, admirados,
en su defecto, temidos,
en su defecto, odiados y despreciados.
Deseamos despertar una emoción
en quien quiera que sea el otro.
El alma se estremece ante la vida
y busca el contacto sin importar a qué precio.

 
 
 
 
 
 

2 comentarios:

Andrés Zúñiga dijo...

Un verdadero placer es el pasar por tu blog. Te invito alguna vez a visitar el mío. Saludos!!
http://andreszuniga-escritor.blogspot.com.ar/

Daniel Gonzalez Soria dijo...

Hoy tan lejos, a miles de kilómetros.
No soy el que era, aunque eso no vayas a verlo.
Un abrazo

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