15 abril 2005

Ocuparse no preocuparse

Santo Domingo de la Calzada - Belorado
28 de septiembre de 2004

Ha sido una etapa muy dura, llevo nueve días caminando, una media de 8 horas al día. Etapa muy complicada, mucho dolor en mis pies. Ha sido una etapa llena de reflexiones. Más que un esfuerzo físico, exceptuando el dolor, ha sido un esfuerzo mental. Una lucha en mi interior por mantener la tranquilidad, por buscar lo positivo de este viaje, de este día atroz. No sirve mirar al día de ayer, porque hoy amaneció diferente, mi cuerpo ya siente distinto, y mi fuerza se va desvaneciendo a medida que transcurren las horas. Soy una persona que no le gusta descargar en los demás sus penas, al contrario quiero compartir y aliviar las de los demás, pero como todos y todas sabemos buscar y acercarnos a los que más necesitamos. En ese momento quería caminar sola y sin decirlo, sin provocarlo, ocurrió así.
Reflexionaba en algunos puntos ocultos de mi pasado, ocultos porque así un día lo decidí, cerrar de vez alguna puerta, sin de verdad concluir y resolver el conflicto. Así comprendí mientras caminaba y caminaba, a un paso de tres kilómetros la hora, que debo ocuparme de abrir poco a poco esas puertas y cerrarlas correctamente.
LLamé a mi padre. Quería darle las gracias. Sentía que sólo él en ese momento, mientras caminaba por aquel camino de piedras horribles, era el que podía cuidar de mi, yo, su niña. Así me sentía una niña. Una niña que tan pronto escuchó la voz de su padre creció. LLena de alegría, muy agradecida, porque sin necesidad de comentarle mi situación, allí estaba para reírse conmigo de todas esas piedras que me lastimaban los pies.
LLegué al albergue de Belorado muy tarde, allí estaban esperándome mis compañeros, mi familia del camino, Alberto cocinaría hoy, para la cena, sopas de ajo. Mientras me fui al centro de salud, me dolían mucho los pies, tengo una infección severa en las ampollas, el médico del centro me indica que no debo seguir, me receta antibióticos y me realiza las curas adecuadas.
Es la mejor opción de todas, realizar las curas de las ampollas en un centro de salud. Es lo más conveniente, te ahorras muchos problemas.
Mis compañeros y compañeras están muy pendientes de mi caminar, no hacen más que decirme que ellas o ellos no seguirían.
Las sopas de ajo que cocinó Alberto a la manera de Miranda de Ebro están riquísimas. Me sentaron muy bien. Son las diez de la noche -hora de queda en el albergue- estoy en mi litera sufriendo horrores, mis pies duelen cómo si les hubiera pasado por encima una apisonadora, es horrible. Lloro de dolor en silencio. La codeína, el paracetamol y el antiinflamatorio todavía no me hacen efecto. No paro de pensar, estoy completa de pensamientos. Pienso en mis hermanos, en José, en su alegría natural, en su generosidad, en su mirada de amor; en Nicolás, mi pequeño Nicolás, tan lleno de serenidad, de confianza; en Marcos, una persona muy especial, valiente, lleno de fuerza, constancia, sensibilidad, fantasía y amor por la vida de una manera, que a mi ver, es admirable. Pensaba en ellos, buscaba conseguir de algún modo todo lo que veía en ellos que en esos momentos yo necesitaba. De repente, me llega un mensaje de texto al móvil.
"¿cómo vai irmá?"- mensaje de Marquiños. Le contesté "doenme os pés moitísimo".
"Auga. Sal. Amodiño, vaise facendo o camiño"- me contesta. Este era Marcos. Me quedé dormida feliz. Decidí no abandonar, iría más despacio.

20 comentarios:

Haiduc dijo...

Un largo camino hacia uno mismo...
Biquiños miña raiña!

Anónimo dijo...

...Haciendo camino al andar se conoce a la gente y a los hermanos... SALUDANDO:
LeeTamargo.-

Anónimo dijo...

Como dice Steinbeck: "Nosotros no hacemos el viaje, el viaje nos hace a nosotros".

Y como siempre ocurre en los viajes nada sale como estaba previsto. Creo que el viaje así gana, se hace querer, se recuerda mejor.

Viajad hasta Eldernad, seréis bienvenidos.
Un saludo

Anónimo dijo...

Si ese duro camino te sirve para encontrarte,para replantearte el futuro y ser más feliz, todo el cansancio y el dolor habrán merecido la pena.
Animo.
Besos

Enelcamino
www.blogs.ya.com/enelcamino

Anónimo dijo...

"Del corazón a mis asuntos" ... que diría el poeta.
Abrazos

Anónimo dijo...

caminando siempre se llega a algun sitio
Un saludo

Anónimo dijo...

un beso y animo.

P.D.: me das envidia (sana), creo que estas haciendo un camino que yo quiero hacer desde hace tiempo... besotes

scape95 dijo...

Me duele sólo con leerlo! Bicos.

scape95 dijo...

Le agradezco la visita.

Anónimo dijo...

Abandonar no siempre es la opción, y menos cuando se sufre, cada día me gusta más este diario del camino.

un saludo y buen fin de semana

Unknown dijo...

Caminante, no hay camino, se hace... No paras. Un saludo.

Anónimo dijo...

Cada relato de tu camino y experiencias a en el, pone palabras a lo que sentí yo en mi primer camino. Gracias. Un beso.

Poledra dijo...

Duro camino, hazlo poquito a poco, reina.

Un abrazo!

Cecilia dijo...

Que lindo Mirada, me ha hecho muy bien leerte, me has levantado el animo!!!!!!!. Espero charlar contigo pronto. Un beso.

Anónimo dijo...

pase a saludar

mirada dijo...

Haiduc, y a veces se hace tan cortito, también :-) Muxus handi bat
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Lee, nunca pensé todo lo que se conoce con sólo andar, sirve también como metáfora :-) Gracias amigo
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Dasman, graciñas, Bicos
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Enelcamino, gracias por tu compañía en este viajar :-) Mil besos
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Estimado Toshiro, una abrazo enorme.
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Verdad Sigue, y no hay que dejar de vivir el día a día, es lo enriquecedor. Gracias. Besos
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Vomistar. Gracias. Te visito.
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Netesfera, querer es poder... te lo aseguro. Ánimo. Miles de besos
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Scape, pasa pronto, no te preocupes ;-) Besos
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Graciñas Bolo, alegrame moito que che guste, é un placer. Bicos.
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Egosum, gracias amigo. Besos
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Juanra, gracias a ti, Un abrazo enorme
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Poledra, reina, cómo me alegra volverte a leer. Miles de abrazos y besos
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Cecilia, espero tener la suerte de coincidir contigo, te escribo y te cuento. Miles de besos

Noctámbulo dijo...

Nuevamente aquí, formando parte de este vívido recuerdo, sintiéndome parte de la jornada a través de tus palabras. Gracias por compartir la experiencia.

Besos.

Anónimo dijo...

Es inestimable esa gente que te conoce y que te quiere y sabe tocar el resorte exacto para darte ánimo. Los amigos, la familia. Son el puerto a cubierto de la vida. Esta etapa de hoy tiene un precioso mensaje.

Unknown dijo...

Bonito punto de la historia. Supongo que todo el que lo hace, tiene un momento de duda en quese plantea si tiene sentido seguir, si tanto sufrimiento es necesario o está justificado.

Es como en la vida real. Y siempre, como en la vida real, hay motivos para continuar.

Un beso, mi mirada.

Anónimo dijo...

Llegué a meterme mucho en tu diario, en tu experiencia. Esa noche lo pasé fatal. Tuve que enfrentarme a mis miedos a través de tu dolor. Quería renunciar. Me vino la regla. Pensé en ello. Me pongo malísima. Pensé en que quizás eso era lo que te ocurría en parte. Tus propios ciclos de vulnerabilidad. Pensé que el cariño en esos momentos lo es todo. Pensé que te quieren. Pensé que a mí también y que eso me dará fuerzas. Pensé que este camino lo haré en la primavera del año que viene. Que antes previo plan quizás haga el primitivo con una amiga que no conozco. No en persona. Es de Murcia. Es veinte años más joven que yo. Me haces pensar y sentir. Gracias.

Duelen tus pies. Conozco ese dolor.

Candela.

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