14 mayo 2008

Conmemorar


Al acariciar nuestra ausencia nos tenemos sin poseernos.

En la noche, un acuerdo irrumpe en silencio.
Desearía hacer contigo algo que por cordial fuera para ambos memorable.
Quizá hayamos de tomar un acuerdo en memoria, construirlo en una posibilidad latente y viva, en un porvenir.
Me desvivo por verte, por oírte, por presentir que quizás a ti te ocurra algo similar. No te aconsejo tanta ansiedad, ni tanta turbación. Preferiría que se te pasara. Es decir, que nos viéramos. Lo digo por mí.


El texto en cursiva está escrito por Ángel Gabilondo, rector de la Universidad Autónoma de Madrid, para la publicación del mes de mayo de la revista Psychologies.

17 comentarios:

mi nombre es dijo...

Te leo y releo ya desde hace varios años, y no me canso, aunque siempre he permanecido en el anonimato hoy decidi romper el silencio, o quizas el silencio me rompio a mi, da igual, solo quiero felicitarte por tanta belleza, por tantos sentimientos la gran mayoria compartidos, algunas veces te leo y es como si estuvieras describiendo algunos de mis estados de animo. bueno, un beso con olor a mar, desde Venezuela, Falcón, la Peninsula de la Amistad...

Gaby

doctorvitamorte dijo...

Lo digo por mí. Si me trasciendo acaricio mi ausencia y es entonces cuando soy

Fernando dijo...

esta posesión no deja de ser dolorosa...acariciar la nada...besos.

Inuit dijo...

Una forma indirecta de confesar el dolor de las ausencias, la bondad de hacerlo saber y suplicar el reencuentro.
Me gustaría acceder al texto completo para comprenderlo mejor.He mirado en google, pero no lo ha sabido encontrar.
Auroras luminosas.

Dolar y Gala. dijo...

Es muy bonito.

José Antonio Pamies dijo...

me quedé con ganas de leer algo tuyo, un saludo. Está bien saber que no soy el único rapsoda en marcha que no está en Argentina o México. Te invito a mi blog.

Bye

ybris dijo...

Resulta curioso que, aún sin poseernos, la ausencia nos dice mucho más de nosotros y de los demás que muchas presencias.

Besos.

ana p. dijo...

La búsqueda infructuosa de la mente construyendo puentes de cristal que imaginamos que recorremos juntos al mismo paso. Si pienso que piensas, si siento que sientes, ¿querrá decir que esta sincronía no puede ser errónea? De puntillas sólo puedo dialogar conmigo misma, de puntillas no me atrevo a pisar con firmeza, de puntillas sólo me instalo en la divagación. Si, definitivamente, es mucho mejor verte, oirte, hablarte y que me contestes.
Besos

Ogigia dijo...

Si tenerse o no... Me gusta muchísimo

Cecilia dijo...

Guauuuuuuuuuuuu!!! Que lindo!!!
Todo. La foto, el texto.

Besotes!!

Anónimo dijo...

Increíble! No puedes imaginarte lo mucho que me identifico en estos momentos con el texto...

ZenyZero dijo...

No somos tan diferentes unos de otros. Qué difícil se hace interpretarnos cuando nos vemos en el reflejo de quien amamos.

Un abrazo
Chuff!!

Marina Culubret Alsina dijo...

incluso el tacto adquiere fosforescencia que va y viene... según la ausencia...


un abrazo,

mirada dijo...

Inuit,
el enlace es el siguiente

http://www.psychologiesrevista.com/expertos/experto1_40.html

Carmen dijo...

Cada día me sorprendo de cómo llegan a mí lecturas y músicas de las formas más sorprendentes.

Hoy he llegado hasta tu blog y curiosamente lo último que has escrito de Ángel Gabilondo es lo último que yo he escrito en mi blog

http://llamamecordelia-burbuja.blogspot.com/

me alegra haberte encontrado

Juan-D dijo...

Muchos besos!

el rayo verde dijo...

bonitas palabras..trascienden casi sin darnos cuenta

En archivo