22 abril 2009

Algo por encima

Por de pronto, me gusta ver y respirar lo que toco con la mirada, tan sólo llega el poso a mis pulmones y el corazón para digerirlo manda ondanadas y ondanadas de estímulos a mi cerebro, a partir de ahí, en cualquier momento, puede terminar el pasional disfrute y comenzar un rumiar constante, sensación a sensación.
Una opción a tener en cuenta, me digo a mi misma, no pensar en las sensaciones, no frenarlas en el cerebro, el resto tiene derecho a vivir también.




caminar por el paseo del Burgo una hora antes del anochecer



6 comentarios:

La fuente de sed dijo...

Buena opción, pero aplicarla no es fácil.
¿como alargar ese pasional disfrute? si el rumiar viene corriendo siempre a mil por hora a pedir sitio.
Besitos.

ybris dijo...

Veo la foto y no me extraña que respires lo que ves y que se te llenen los pulmones y el cerebro de andanadas de estímulos para llenar de emoción y sensaciones el resto del cuerpo.

Besos.

gaia07 dijo...

Ya es privilegio consumir el “pasional disfrute”, paladear el íntimo regocijo del “rumiar de sensaciones” ha de darte el desenfreno en la mesura.

Un beso.

Tempero dijo...

Que lujo el sensacionarnos hondamente sin reparar, sin instigar, sin evaluar.

Milleiros de andanadas.

Ogigia dijo...

Como si todo se detuviera...o todo estuviera en paz

piero dijo...

Caminar una hora antes...imaginar qe los pasos ganan tiempo al tiempo, y al acercarse a ella, comprobar que la balaustrada soleada guía al presuroso al mundo del sosiego y la observación que esta foto nos da...a veces lo olvidamos, pero no por eso deja de ser cierto, las fotos de mirada siempre hablan...¿las oís?

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