30 octubre 2009

Felices días

Mencer en San Isidro


Ó baixarme do avión, crucei a fronteira, entraba na Arxentina.
A miña amiga non facía outra que me preguntar que si cambiábamos euros por dólares ou por pesos.
Eu tan só tiña unha idea na miña cabeza, recoñecerte entre a xente e apretarte cabo de mín.
E conseguímolo, o noso foi unha aperta inmensa.


Parabéns, Uli!

4 comentarios:

Tempero dijo...

Porque la gente es lo único con verdadero valor.
No digamos la palabra y más en un país de habla castellana (te lo digo por experiencia, para mí hablar con la gente es el verdadero viaje).
Que siga el agua tan clara.

Milleiros.

Ulises hijo de Angeles dijo...

Que lindos recuerdos... momentos que se guardan fuerte; y se cuenta como la vida que vivimos, y que quisimos vivir. Gracias Guada, muchas gracias :)

Ulises hijo de Angeles dijo...

Y gracias por dejarme resistir en vos, y en este espacio cariñoso.

María Antonia Ricas dijo...

Hacía unos días que no e visitaba...cómo me sigue gustando

En archivo