09 noviembre 2009

a sensualidade do amor que se revela

Corola de tulipán, símbolo floral de Turquía



“¡Oh día!, levántate, los átomos danzan,
las almas gozosas, sin cabeza ni pies, danzan.
A aquél para quien el firmamento y la atmósfera danzan,
al oído le susurraré adónde conduce la danza”.
Rumí





“Los corazones se han turbado con el samâ, se agitan como la nube de la primavera”.
Rumí


8 comentarios:

Fernando dijo...

un día de jubilo en plena ceniza...un beso...gracias.

ybris dijo...

Con tu música de fondo y la introducción de tu foto los versos del maestro sufí llegan nítidos adentro desde su lejano origen y su distante tiempo.

Un placer, amiga. Gracias.

Besos.

ana p. dijo...

Sigamos pues con la danza, en la próxima vuelta quizás nos olvidemos del control y por fin podamos gozar. bicos

Shandy dijo...

Mirada, el poeta ya me susurra a dónde conduce la danza con estos versos que danzan en mi oído.
Desconocía a este poeta.
( Me llamaron la atención también unos versos que dejaste en el blog de Pedro)
Un abrazo

gaia07 dijo...

Creación de una tierra

Creo una tierra
que se alza conmigo,
y que traiciona.
Una tierra en mis venas espiada.
Cuyos cielos pintara con mis truenos
y con mis rayos adornara.

Que tiene por fronteras
la ola y el relámpago.
Por bandera, los párpados.

Canciones de Mihyar el de Damasco
Adonis”


Qué preciosidad, foto texto y música. No encontraba palabras lo suficientemente hermosas y he acudido a Adonis.

Un abrazo gigante.

Tempero dijo...

No sé porqué asocio ese tulipán a un anillo de cerámica de una mano portuaria. Aparte de que a alguien le susurres la danza, yo lo que te propondría sería una vinculación al vino. Oye, que Rumí también le debió de dar, a parte de a lo etéreo, a lo terrenal. Muestra de ello te selecciono alguno de sus versos que ya leí y que tenía anotados en un cuaderno que me ha costado encontrar. Los primeros versos no tienen que ver con el vino. Mas bien con el viento dislocado.

Cuando el amante brilla como el sol,
el enamorado tal una partícula empieza a girar;
cuando el viento de primavera agita el amor,
toda rama, que no se halle seca, se pone a bailar.


Por el vino se tornó puro granate la perla nuestra.
En cólera por nosotros incurrió la copa nuestra.
Vino tras vino hasta tal punto bebimos
que a la cabeza del vino nos pusimos y el vino en la nuestra.


En cuanto tu vino en nuestra copa fluye
se alzan los que están del mundo escondidos.
Tanto nos evitan los de sobrio juicio
como aquellos, fruto de taberna, huyen.

Mi corazón sorbe néctar a diario.
De tanta alegría, olvida el pasado.
Por amor él bebe la primera copa,
luego nos la entrega y nos embriagamos.

Esta noche que el vino del alma es perfecto, perfecto,
copero es el rey y el vino es espeso, espeso;
los instrumentos de fiesta están completos, completos;
oh corazones vivos, ilícito es el sueño, el sueño.

Milleiros

María Antonia Ricas dijo...

¡¡¡qué belleza!!!!

white dijo...

Danza,
giro sin control,
uno, dos,
un paso
dos cuerpos
una emoción
uno, dos
dos, dos, uno.

Un placer leerte

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