26 enero 2010

Diario: día primero.

Playa de Doniños - Ferrol

Resulta que ayer cuando me desperté por la mañana no tenía muchos ánimos de hablar, tampoco de escribir, me faltaba aire, necesitaba llenar los pulmones, sentir que el corazón latía con fuerza que se abría paso dentro de mi cavidad torácica. Resulta que respiraba bien, sin problema, era más en relación con, digamos, el plano espiritual. No estabas, Fernanda. Tres años, ya. Recordaba como nos peleábamos por saltar las olas de la playa de Doniños cuando eramos pequeñas. Desayuné con el pensamiento de que Pedro estaba de cumpleaños, de cómo se encontraría tu madre, tu hija, tu hijo, Carmen, de cómo el tiempo ha construido en cada uno de nosotros, algo, pensé en el remordimiento, pensé en la resignación, pensé en palabras que se convertían en piedras en mi corazón, me lavé los dientes, bebí un vaso de agua y salí de casa con suficiente tiempo para aparcar, me faltaba una hora para entrar a trabajar. Mientras buscaba un lugar, me encontré de frente con un amanecer extraordinario, era naranja, naranja, luego se convirtió en un amarillo tan bello, tan bello, que pensé en compartir ese amanecer con una de las personas que más estimo, "apagado y fuera de cobertura" decía su teléfono, pero no sólo se me ocurrió una, sino que pasaron por mi pensamiento decenas, y así empezó a latir con fuerza mi día, me di cuenta de que sí estabas, Fernanda, y a partir de ese momento sé que estás, amo de corazón la vida, y la aventura del día a día.


6 comentarios:

ISLA MARIPOSAS dijo...

.. a veces una gran pérdida, nos enseña lo ricos que somos... sobretodo porque a veces la pérdida se invierte y retorna cargada de compañia y entendimiento..

pd. admiro tu voz escrita,me gusta como hablas..
un abrazo
isla

la fuente de sed dijo...

A ver quien es el listo que se atreve a no afrontar unas horas con una sonrisa después de leer esto.
Un besazo.

Ventana indiscreta dijo...

Dos momentos similares, yo uno de recogimiento, de oscuridad pero de plena visión en mi bosque de fresnos y tú con tu amanecer cuya luz te impulsa. Al final lo que nos queda es lo que compartimos. De no haber estado esa persona fuera de cobertura ahora nos traerías también el cambio de impresiones.

Los besos justos pero intensos.

Anónimo dijo...

curiosamente,algo, a las nueve de la mañana ,ese dia,desde una ventana de mi trabajo,vi el amanecer mas bello que he visto en mucho ,muchisimo tiempo...no pense en nada ,solo en que era bellisimo,incluso me asome,(ahora que lo pienso) por otra ventana para verlo mejor.y me acabo de dar cuenta que fue su regalo,ese dia,a esa hora,en ese momento y en este momento,era ella,estoy segura...fue su forma de decirme que seguia a mi lado y a tu lado .por eso no soy capaz de hacer lo que necesito hacer...llorar por ella,no puedo,algo no me deja hacerlo...pero ahora lo sé,ella no quiere vernos llorar ,a ninguna de las dos,quiere vernos felices,nos guiño un ojo!!!!siempre os llevo en mi corazon ,a pesar de la distancia (fisica,que no espiritual).besos guada.

gaia07 dijo...

Maravilloso comienzo de Diario amando la vida, la aventura del día a día y los mejores recuerdos.

Un abrazo.

ana p. dijo...

me emocionas.
Un beso

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