Para M.
Se le quedó mirando y supo que tenía que preguntarle la primera pregunta que se le venía al corazón:
-¿Qué tengo que hacer?.
- Escucha: serenidad y confianza.
Recordó cuando descalza recorrió tres veces en círculo aquella planta octogonal de la ermita de Eunate y como parándose debajo de la clave central de los nervios que sostienen la cúpula, una generosa fuerza le dio una respuesta: tranquilidad.
5 comentarios:
Muchas veces la tranquilidad es una garantía para que las cosas salgan bien...
Decía Víctor Jara....
Yo no canto por cantar
ni por tener buena voz
canto porque la guitarra
tiene sentido y razón
Tiene corazón de tierra
y alas de palomita............... :-)
Serenidad y confianza...
y el canto nos hará volar, sí
Un abrazo fuerte,
Serenidad y confianza, la sabiduría del eterno anciano de hermosos ojos y manto de luz. Con la música volamos y cuando podemos cantar los problemas ya no existen. Un abrazo.
¿Era Saramago quien decía que no aspiraba a la felicidad sino a la serenidad?
Un tipo listo Don José.
Serenidad, confianza y tranquilidad, la fórmula perfecta para lograr el nirvana a la que cada ser está destinado.
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