Una vez que te pones a caminar, vayas a tu ritmo o te pares a observar o converses con las personas que te encuentras, quieres seguir caminando. Y existen amaneceres, como el de hoy, cubiertos de una niebla blanca, húmeda, en el que tu cuerpo tiembla, y que no sabes si es por el frío húmedo o el miedo a lo desconocido, a lo que descubrirá la niebla para tí. Pero sigues, sigues hacia adelante observando como tus pies ligeros se mueven entre la paz del nuevo amanecer, como entre tiemblos quieres vivir la aventura que se te presenta. Y sigo, con dulzura y garbo, voy.
6 comentarios:
Y sigo, con dulzura y garbo, voy.
... y, con dulzura y con garbo, vienes.
Claro que si, sin miedo. Avanza.
Y no tiembles, eso es destemple, normalísimo con esa niebla. Se arregla con un chocolate caliente, pero tu avanza.
Un abrazo, mi niña
Qué bonito el dibujo!!
Si tiemblas que sea sólo de emoción, vale? Un besazo.
Para adelante, con paso firme ;)
Besos.
Los amaneceres, con niebla o sin ella, son una invitación al camino.
Sigamos caminando.
Besos.
No es la niebla quién te lo descubre, eres tú, no está la paz en el amanecer sino en ti, tiemblas porque la aventura eres tú.
Un beso.
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