A veces cuánto más quiero paz menos la encuentro,
cuánto más quiero amor menos lo siento,
y aparecen ruidos feos, contaminados,
no quiero querer,
y no quiero,
pido
y cuando llega,
así,
de repente,
sin buscarlo,
caigo en la cuenta
Amor
Brandi Milne
5 comentarios:
Caprichoso y terrible dios que nos da la vida y nos la quita. Abrazos, Amiga.
Otra forma de verlo. Aunque si nos ponemos a sentirlo, ya sabemos de lo que hablamos, ¿verdad, Mateo? Un abrazo grande, grande.
Gracias, por el enlace. Lo miraré.
Un abrazo
Evidentemente, mi comentario no era "Este comentario ha sido eliminado por el autor". Hoy, ahora, sería algo como que en ocasiones nuestro corazón no parece ir en paralelo con las circunstancias o el tiempo de los hombres. No obstante, es una falacia luchar contra esto. El corazón es libre y tiene idioma y voz propia. Me apunté a un curso intensivo de interpretación de ese idioma. El mío, a veces me habla en Mandarín.
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