Sentidos

Despertar mientras todavía la luz del sol tímidamente se despereza.
Vestirse y salir a la calle para amanecer con la luz.
Colores discretos abriéndose paso entre los claro-oscuros de la noche.
Frescor en la piel, calma después de la tormenta.
Me encanta, llenándome por dentro, renovada.
Camino, camino con alegría, para compartir los sonidos que se abren a mis oídos: aves que se acicalan y alimentan sus crías, se miman con sus cantos.
Rodeo el mar, en esta ría que se presenta ante mí, espejo claro. Observando como las aves que aninan a orillas de la desembocadura del río, dónde se aman río y ría, también despiertan al día.
Pletórica sigo caminando, y mis sentidos en ti.
Mis sentidos en mi también, tantas ganas de crecer.
Pienso de una manera tranquila en las conversaciones mantenidas a lo largo del día de ayer, en las lecturas realizadas y en sus puntos en común.

Este entorno, llena de serenidad, entra por los poros de mi piel.

"Nuestro pensamiento no se aplica a las cosas objetivas sino que surge mediante la intervención de los sentidos, y los sentidos no comprenden el objeto tal y como es, sino sólo sus propias sensaciones, y por lo tanto la idea y apariencia no es del objeto sino sólo de la sensación padecida por el sentido, y sensación y objeto son cosas distintas; por lo cual quien juzga por las apariencias juzga por cosa distinta el objeto. Y cuando dicen que las sensaciones transmiten al espíritu la cualidad de los objetos en sí mismos por el parecido ¿cómo pueden estar el alma y el entendimiento seguros de este parecido, si no tienen relación alguna con las cosas objetivas?"
Michel de Montaigne. Ensayos

De vuelta en casa, un día nuevo comienza... Gracias